La nueva legislatura (I): ¿Adiós al maniqueísmo?

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Una de las lacras de la pasada legislatura que más nos hemos hartado de denunciar desde UPyD es el sectarismo político. Que la política española entre en la senda de la racionalidad o que, por el contrario, los ciudadanos tengamos que seguir padeciendo más de lo mismo dependerá en buena medida de la lectura que hagan el PP y el PSOE de los resultados electorales.

Empecemos por el PSOE (al PP lo dejaremos para otro artículo). El PSOE ha ganado las elecciones a nivel nacional. Es el partido con más votos y más diputados y, además, ha mejorado los resultados, en votos y escaños, de las elecciones generales del 2004. Y, con toda seguridad, Rodríguez Zapatero repetirá como Presidente del Gobierno. Esto es incuestionable y, sin duda, es el dato más relevante de las últimas elecciones. Pero esto, con ser verdad, y una verdad importante, no es toda la verdad. Y lo que nos depare la nueva legislatura dependerá, en la parte que le toca al PSOE, de en qué medida tenga en cuenta toda la verdad y no sólo el dato de su victoria electoral.

La otra parte de la verdad a la que me refiero consiste en los datos siguientes:

1. El PP ha crecido en votos diez veces más que el PSOE: redondeando, 400.000 frente a 40.000.

2. Los partidos que firmaron el pacto de legislatura que sustentó el gobierno en la pasada legislatura (PSOE, IU-ICV y ERC) retroceden en su conjunto 640.000 votos.

3. Los partidos nacionalistas pierden en conjunto unos 690.000 votos (contando sólo los que tenían representación parlamentaria). ERC pierde su grupo parlamentario y EA y CHA pierden el escaño que tenían. Los dos más importantes retroceden: CiU pierde 60.000 y el PNV la friolera de 120.000. Sólo el BNG y NA-BAI repiten resultados.

4. UPyD, un partido con medio año escaso de vida y que competía en clara inferioridad de condiciones ha obtenido 303.000 votos. Se ha convertido en la cuarta fuerza política en su bautismo electoral y es la segunda que más ha crecido en votos, por detrás sólo del PP y claramente por delante del PSOE.

Estos datos invitan a una lectura más ambigua de los resultados electorales. El PSOE no ha ganado gracias a un retroceso del PP, sino gracias al trasvase de votos al PSOE desde IU y los partidos nacionalistas (especialmente sus principales aliados). Este hecho es muy significativo si se tiene en cuenta el clima en que se ha desarrollado la pasada legislatura. En ella lo habitual ha sido el enfrentamiento, a menudo muy bronco, entre, por un lado, un PP aislado y, por el otro, todos los demás. Bueno, pues el partido aislado, sistemáticamente tachado, por citar la expresión más suave entre las más utilizadas, de «derecha extrema», ha crecido en 400.000 votos. El conjunto de todos los demás, que se presentaban a sí mismos como un bloque democrático frente a la «derecha extrema» (se llegó a hablar de «cordones sanitarios»), han retrocedido en 710.00 votos. A esto hay que añadir que UPyD también ha sido sistemáticamente acusada por PSOE, IU y los nacionalistas (y los medios y opinadores afines) de ser un simple tentáculo del PP, cómplice de su extremismo fascistoide (sí: hasta esos extremos han llegado muchos a perder el contacto con la realidad, y no sólo los energúmenos descerebrados que boicoteaban nuestros actos o los rectores que los prohibían «para evitar incidentes»). Lo que no le ha impedido conseguir más de 300.000 votos. Por lo tanto, de acuerdo con el imaginario maniqueo de PSOE, IU y los nacionalistas, en estas elecciones la «derecha extrema» (PP) y sus «cómplices» (UPyD) habrían ganado unos 700.000 votos, los mismos que habría perdido el «bloque democrático». O, por usar otra de las expresiones habituales, en España hay hoy 700.000 partidarios más de la crispación, la deslealtad y la mentira y 700.000 partidarios menos del diálogo, la lealtad y la verdad.

Llegados a este punto, el PSOE tiene dos opciones. Una es aferrarse a una parte de la verdad, su victoria electoral, e interpretarla como un aval de la ciudadanía a su estilo de ejercer el poder. Y seguir por lo tanto instalado en la paranoia de que todo el que osa discrepar del gobierno socialista es un enemigo de la democracia y en la pereza mental que sustituye la argumentación por la descalificación. Una paranoia que además se vería acrecentada, puesto que la tropa de la derecha extrema habría aumentado, según esta visión delirante de la realidad, en 700.000 votos (no sé cómo los que creen sinceramente en estas consignas duermen por las noches; yo estaría aterrorizado).

La opción más inteligente y beneficiosa para el país sería tener en cuenta toda la verdad, tomar nota de estos resultados y abandonar ese imaginario maniqueo según el cual se es más o menos demócrata dependiendo de que se esté más o menos de acuerdo con las políticas de Rodríguez Zapatero o las que pacte con IU o los distintos partidos nacionalistas. Pero para eso Rodríguez Zapatero tendrá que aprender a hacer algo que hasta ahora no ha hecho: escuchar a los discrepantes y debatir sus argumentos. Algo difícil para quien sólo está acostumbrado a escuchar a los aduladores más o menos sinceros o a los espabilados cuyo apoyo no se consigue con argumentos, sino regateando un precio (que luego pagamos los demás).

De momento, ya ha anunciado José Blanco que se inicia un diálogo «sin límites ni condiciones» con PNV y CiU. Eguiguren sigue encantadísimo con el calamitoso y desleal diálogo con ETA que el PSOE inició en la oposición y continuó en el poder. Se anuncian conversaciones con el PP, no para reformar el sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial y hacerlo realmente independiente, sino para llegar a un acuerdo en el reparto de delegados de ambos partidos en el máximo órgano de gobierno de los jueces. De la reforma de la ley electoral, ni media palabra. Y, mientras sigue fingiendo ignorar la existencia de UPyD, el PSOE se desvive por hacer un hueco al PNV en la mesa del Congreso; o sea, que siguen pareciéndole más respetables 303.246 ciudadanos que votan contra nuestras instituciones democráticas que 303.535 ciudadanos que votan a favor de fortalecerlas.

Mal empezamos, pero no perdamos la esperanza. Confiemos en que más pronto que tarde, los dirigentes socialistas tendrán que afrontar otro dato que todavía no he mencionado: en ninguna comunidad autónoma crece el PSOE en escaños a costa del PP. Pero esto queda para la siguiente entrega.

9 Responses to La nueva legislatura (I): ¿Adiós al maniqueísmo?

  1. diego perez-chuecos dice:

    Me parece muy interesante y preciso el análisis que realizas sobre la situación que se ha producido con el trasvase de votos. Desde nuestro partido tenemos que aprovechar esta circunstancia de confusionismo que se va a producir en esta legislación para que muchos votantes “históricos” ( es decir aquellos que casi siempre han votado al PSOE) vean en UPyD, una alternativa y alternancia para las siguientes elecciones. Pero también hemos de ser consciente que existe el peligro en que nuestro mensaje se confunda con la oposición del PP y nos pase lo ocurrido al IU con el PSOE.
    En resumen, UPyD ha de crecer apoyándose en una estrategia de diferenciación.

  2. Lucía Adrados dice:

    En la línea del comentario de Diego Pérez estoy de acuerdo con el preciso análisis de Manuel Hernández pero coincido con aquel en que U,PyD debe mantener su independencia, tanto del PSOE como del PP porque quienes somos exvotantes del PSOE queremos que UPyD mantenga sus principios de unidad de la nación española como medio de igualdad entre los españoles pero también, como su propio nombre indica, sus objetivos progresistas que tanto nos separan del tan conservador PP. En mi opinión en el Congreso debe quedar claro nuestra absoluta independencia.

  3. Alvaro Ballesteros dice:

    Enhorabuena por el analisis. Excelente pieza de reflexion que deberia servir de ejemplo para muchos. A veces parece que para una mayoria de votantes lo unico que vale es quien gana al final las elecciones (como si fuera un partido de futbol), y faltan en nuestro pais analisis profundos sobre la realidad mostrada tras el recuento de votos. Este analisis deberia servir de guia a los que se embarcan ahora de nuevo en la direccion del gobierno. Es esencial recordar este analisis electoral para evaluar conductas y desarrollos de partidos y politicos individuales a medio y largo plazo. Gracias por tu lucidez, Manuel. Hace mucha falta en las instituciones…

  4. Pedro Nicolás Zaragoza dice:

    Estupendo el artículo, Manuel. Un análisis muy preciso, avalado y pedagógico. Y es cierto eso de que «mal empezamos». Cuando leí el otro día en los periódicos el tipo de reforma que querían hacerle al Consejo General del Poder Judicial me quedé de piedra. Nada de procurar su independencia; al contrario: quieren aclarar de una vez por todas qué parte del CGPJ es del PSOE y qué parte es del PP. Escalofriante.

  5. Luis Jerez dice:

    Enhorabuena por el artículo, Manuel. Me ha parecido estupendo el análisis, pero eso sí, me preocupa que el PSOE tenga preferencia a la hora de apoyarse por un partido como el PNV que por un partido democrático, unificador y progresista como es UPyD (que tiene incluso más votos). En la línea de los comentarios anteriores me sitúo, según mi punto de vista, UPyD debe mantener la independencia tanto de PSOE como de PP y continuar con sus bases, ideas y propuestas. Estoy seguro de que si Rosa se hace notar en el Parlamento de forma positiva y sigue fiel a su línea, UPyD tendrá mucho futuro por delante. Gran decepción por parte del anuncio de José Blanco (¿cómo que un diálogo sin límites ni condiciones?)

  6. Carlos MG dice:

    Hola Manolo, enhorabuena por el blog y bien venido al rebaño digitalizado, dicho sea sin intención de ofender más de lo justo. Y el análisis de los resultados, muy bueno. A ver qué tal la segunda entrega (que ya sé que será igual de apropiada).

  7. J dice:

    Me parece bastante acertado. Ahora bien, por lo que vivo en el día a día, en mi entorno, hay bastante gente, y hablo de gente normal, con sus estudios, su trabajo y su vida completamente normalizada, que a estas alturas siguen viendo con buenos ojos y apoyando al ZP, que justifican sus palabras y sus errores (eso cuando reconocen los errores). El lavado de cerebro del pensamiento único ha calado muy hondo, no será fácil abrirle los ojos a la gente.

    Aprovecho para ver si alguien me informa sobre si hay sede de UPyD en Granada. Mi voto es uno de esos más de 300.000, muchos me han dicho que ha sido un voto inútil, ya que no ha servido para sacar ningún diputado (el de Rosa se ha conseguido únicamente con los votos de Madrid), pero si no fuésemos, como somos, más de 300.000, no se estaría hablando tanto de UPyD.

  8. Eloy dice:

    Me parece muy bueno el análisis, pero no creo que en el PSOE nadie haga esta reflexión, se van a creer con derecho suficiente por haber ganado las elecciones y ejercer su estilo de poder, como comentas en el análisis. Ya conocozo esta situación pues el el municipio en el que resido gobernado por el PSOE ya ha ocurrido la situación de ejercer el estilo de poder amaparandose en el resultado de las elecciones municipales.

  9. Juan José Molina Gallardo dice:

    Está muy bien analizar y hacerlo bien como creo que lo has hecho, eso nos servirá para futuras estrategias sobre todo electorales, sin embargo creo que lo que hará de UPYD un fenómeno político, serán las propuestas que les planteemos a los ciudadanos y también como las hagamos. Ahora llega el momento de la verdad, de eleborar un programa político maduro, avanzado, sin complejos ni miedos. Que se note que no somos mas de lo mismo, que quede claro que los de UPYD por encima de políticos, somos ciudadanos comprometidos en la búsqueda de soluciones inteligentes, que nuestra bandera será el sentido común y la verdad nuestro discurso, no hemos venido a buscar un puesto de trabajo ni a defender el sillón que pillemos con uñas y dientes. Todas las respuestas tienen su pregunta y todos los problemas su solución, vamos a ponernos a buscar esas soluciones y a mostrárselas a los ciudadanos, copiemos lo que funciona en otros sitios y adaptémoslo a nuestra realidad, inventemos nuevas fórmulas imaginativas, y por favor no seamos políticamente correctos nunca.
    No se si fracasaremos en esta aventura política o quizás alcancemos nuestra Arcadia, pero que a ninguno se nos quede el sabor en la boca de no haber luchado por un sueño nuevo, por otra forma de vivir y de hacer las cosas.
    Manos a la obra y que la inteligencia nos acompañe.