El antielitismo del Gobierno Regional

valcarcel_mendozaUno de los reproches típicos que la derecha suele hacer a las izquierdas es que éstas defienden un igualitarismo que desmotiva a las personas más emprendedoras, capacitadas y trabajadoras. En el terreno educativo, la derecha acusa a la izquierda de sustituir la cultura del esfuerzo por un café con leche para todos que iguala, sí, pero por abajo. No seré yo quien discuta esta última afirmación porque, a pesar del simplismo propio de este tipo de lemas, tiene desgraciadamente mucho de verdad. Lo que sí es más que discutible es que nuestra derecha sea consecuente con lo que predica, como muestra el convenio entre el Servicio Murciano de Salud y la Universidad Católica San Antonio. Dicha «Universidad» tiene un problema: no está autorizada para impartir Medicina porque carece de un Hospital. Solución: el Gobierno Regional pone a su disposición los de la red pública, los que pagamos todos.

El convenio ha sido muy criticado por la oposición, el Rector y el consejo de estudiantes de la Universidad de Murcia por razones formales y de contenido. Formales por el secretismo con el que se ha llevado el asunto. Materiales porque implica que hospitales y centros de salud públicos se pondrán a disposición de una Universidad privada.

Estas críticas pueden sin embargo resultar sospechosas. Puede pensarse, por ejemplo, que están motivadas por el temor de la Universidad pública y de sus estudiantes a la competencia. O por prejuicios izquierdistas contra lo privado. Por eso conviene aclarar algunas cosas.

La primera es que los estudios de Medicina no se realizan sólo en una Facultad, sino también en los centros sanitarios. Y no en cualquier centro sanitario, sino sólo en los que reúnen ciertos requisitos que, en la mayor parte de los casos, sólo satisfacen los hospitales públicos. De ahí que la formación de un futuro médico sea particularmente cara. Y de ahí también la limitación de plazas en Medicina (el numerus clausus). Porque aunque siempre es posible construir más aulas y contratar a más profesores para atender la demanda de estudiantes, no sucede lo mismo con los hospitales y las plazas de médicos. Los hospitales adecuados para la docencia son los que son, y si se construyen más será por razones asistenciales, no para que quepan más estudiantes. Y el número de estudiantes que puede atender debidamente sin perjudicar su normal funcionamiento un servicio hospitalario es limitado. Dicho claramente, los centros hospitalarios no son de chicle, pueden formar los alumnos que pueden formar, no los que las Universidades quieran. De ahí la limitación de plazas en estos estudios.

Pero, si el número de estudiantes que se pueden formar adecuadamente en los centros sanitarios de la Región es limitado, eso significa que el puesto que ocupa en ellos un estudiante deja de ocuparlo otro posible estudiante. Y si los ocupan estudiantes de una Universidad, dejan de estar disponibles para otra. Es un juego de suma cero: los puestos de formación en hospitales públicos que el Gobierno «presta» a la UCAM son puestos que no podrán ser ocupados por estudiantes de la Universidad de Murcia. Con ello se impide que la Universidad pública pueda aumentar la oferta de plazas para futuros estudiantes, porque los hospitales en los que deberían formarse estarán «ocupados» por alumnos de la privada.

¿Por qué es esto profundamente injusto? Muy sencillo. Hay más demanda que oferta de plazas en las Facultades de Medicina. En las públicas las plazas se adjudican a los aspirantes con mejores calificaciones en el Bachillerato y las pruebas de acceso a la Universidad. En las privadas el requisito fundamental es que las familias de los aspirantes puedan y quieran pagar una costosa matrícula. En virtud de este convenio será más fácil estudiar Medicina en un centro sanitario público a un estudiante mediocre de familia rica que nunca alcanzaría la nota necesaria para ingresar en la Universidad pública que a un buen estudiante de familia humilde.

Los falsos liberales del Gobierno Regional, al firmar este convenio con la UCAM, han apostado por el clasismo frente al elitismo académico. Esa es su peculiar «cultura del esfuerzo»: la del talonario de cheques, no la del estudio y el conocimiento.

4 Responses to El antielitismo del Gobierno Regional

  1. José Carlos Martínez Galán dice:

    Un agudo análisis, como de costumbre. Enhorabuena.

  2. Pedro Nicolás dice:

    Muy bueno el artículo. La verdad es que da risa que algunos se esfuercen por ver el liberalismo en el PP cuando, la mayoría de las veces, sólo hay clasismo y catolicismo financiado con dinero público.

  3. ines dice:

    Otra curiosidad ¿sabemos quienes son estos médicos que vienen de Argentina, Polonia, etc?
    ¿En virtud de qué convenio y quienes entre todos los médicos del otro pais son elegidos?
    Es posible que sean elegidos entre multitud de aspirantes en virtud de más clasismo, donaciones de un gobierno a una fundación :partido…Hijos de: ¿Qué?
    Si faltan médicos en España , ¿A que responde el límite en el nº de admitidos?
    Particularmente no creo que se pueda homologar el título pues las exigencias en España son mayores para la admisión a la Carrera…Hay muchos intereses…
    Las plazas de Medicina deben ser más , existen vocaciones, cerebros y demanda.

  4. Carmen dice:

    La «voracidad» del espacio público que está mostrando Mendoza (o su fundación, o su universidad, o lo que sea) no es novedad sino historia del catolicismo. Pero es preocupante que sintonicen tan, tan bien con un partido político concreto, y que éste no tenga ningún reparo («nos legitiman las urnas») en dar un trato que bordea la ley o aprovecha los resquicios de ésta en detrimento de lo público, en este caso la universidad. No puede explicarse razonablemente que la universidad pública (no sólo la de Murcia, pero también, porque la UCAM no ha improvisado esto) no lleve años y tenga un plan para ampliar el número de titulados anuales en Medicina, porque como dice Inés, hay vocaciones, cerebros y demanda, ergo…